La Ruta
LA RUTA
Del dicho al hecho hay mucho trecho,
bien sabe el viajero.
Podemos tener los más claros y nobles pensamientos, pero si no los complementamos con la fe y la coherencia nunca llegaremos a ellos. A pesar que la magia se forma de esta Trinidad cuyos elementos sin los otros, no serían; es desde el corazón (la fe) desde donde conectamos con lo más sagrado y así proyectamos en la realidad nuestra película. Algo así como que el corazón sería el canal, una especie de CÁMARA que refleja nuestros pensamientos y emociones más profundas a una PANTALLA hecha de creencias, valores y juicios que repetimos.
En medio de esta repetición de la que no somos conscientes, nos perdemos. Muchas veces no sabemos lo que ya sabemos, no conocemos nuestros reales pensamientos ni sentimientos, no nos conocemos. Este mal tan generalizado llega con claros síntomas. Suele aparecer nuestro pequeño disfraz: EL OTRO, con noticias muy íntimas acerca de nosotros.
Con la ruta idealizada y la ruta realizada intentaré plasmar esta idea. Pondré como ejemplo mi camino para graficar esta ley metafísica. Una cosa es el primer derrotero (el que soñé), y otro, algo distinto, es el segundo: el que llevo a la realidad: a mi Pantalla. El boceto original se altera porque es la palabra de tod@s la que compone mi mundo.
RUTA IDEAL-IZADA / RUTA REAL-IZADA